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Empatía en acción: 3 juegos que hacen reflexionar a niños y adolescentes

Actividades sencillas y potentes para trabajar emociones con niños y adolescentes.

Hay aprendizajes que no entran por la pizarra. Entran por el juego, el cuerpo y las emociones.
Hoy te traemos tres dinámicas que funcionan muy bien para trabajar valores esenciales como la empatía, el respeto o la gestión emocional —tanto en el aula como en campamentos o actividades de tiempo libre.
Lo mejor: no son teoría. Las hemos probado con cientos de niños y adolescentes. Y te aseguramos que algo se mueve por dentro después de hacerlas.


 1. Empatía en tres actos

Esta dinámica se divide en tres fases:

 Fase 1: Objeto valioso

Cada niño entrega al monitor un objeto personal que tenga valor para él o ella. Puede ser una pulsera, unos pendientes, una zapatilla… algo que no quieran perder.

 Fase 2: El reto al compañero

Sentados en círculo, cada niño escribe en un papel el nombre del compañero de su izquierda y una acción divertida o ridícula que quiere que esa persona haga (por ejemplo, pintarse un bigote y llevarlo todo el día). El papel se entrega al monitor, firmado.

 Fase 3: El giro inesperado

El monitor lee en voz alta los retos, pero al final… quien acaba haciendo la acción es quien la propuso.
Una forma impactante de ponerse en el lugar del otro. Solo si cumplen el reto, recuperan su objeto.

¿Qué se trabaja? Empatía real, no de manual. Reflexión sobre cómo nos sentimos cuando somos nosotros quienes estamos al otro lado.

 2. La silla del desbloqueo

Un clásico con mucha potencia emocional. En semicírculo, se deja una silla vacía en el centro.
Quien quiera, puede sentarse y compartir un miedo, una preocupación o un pensamiento que le bloquee.
Los demás dan apoyo: consejos, palabras de ánimo, argumentos que le ayuden a ver su problema desde otra perspectiva.

 Variante: quien escucha, se levanta y ocupa la silla en nombre del otro, aportando una solución.

¿Qué se trabaja? Escucha activa, confianza, autoestima. Genera un espacio de cuidado dentro del grupo.


 3. Miedos anónimos, respuestas sinceras

Perfecta para grupos más tímidos o cuando el tema es más íntimo.

  1. Cada niño elige un rincón tranquilo y recibe en secreto un número del 1 al 30.

  2. Escribe ese número por un lado del papel, y por el otro, un miedo o inquietud real.

  3. Los papeles se recogen, se mezclan y se reparten aleatoriamente.

  4. Cada niño responde al miedo que le ha tocado con un consejo, unas palabras bonitas o algo que saque una sonrisa.

  5. Se recogen de nuevo y se colocan en el suelo: cada uno sabrá cuál es el suyo por el número.

¿Qué se trabaja? La seguridad de hablar desde el anonimato, la sensibilidad al responder, la comprensión hacia lo que otros pueden estar viviendo.

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