Nos abrimos y os contamos nuestra experiencia de los últimos 10 años
Para quienes alguna vez se han preguntado qué significa ser monitor de campamento, es fácil caer en el error de pensar que solo se trata de cuidar niños, organizar algunas actividades y pasar un verano diferente. Pero lo cierto es que ser monitor es mucho más profundo y transformador. Esta experiencia no solo deja huella en los niños con los que trabajas, sino que también te cambia a ti para siempre. A continuación, comparto algunos de los aprendizajes más importantes que esta increíble labor me ha dejado y lo que verdaderamente significa.
El Verdadero Significado de Ser Monitor de Campamento
Desde el momento en que llegas al campamento, es fácil tener una imagen idílica en mente: niños felices, actividades perfectas, y tú liderando todo con una gran sonrisa. Pero la realidad es que hay días donde las cosas se salen de control. Hay momentos en los que la energía flaquea, el cansancio se acumula y surgen imprevistos que te obligan a improvisar, como cuando la lluvia interrumpe una actividad planeada para mantener a decenas de niños entretenidos.
Estos retos son el lado menos visible de la labor de un monitor, y aunque hay días en los que te preguntas si lo estás haciendo bien, son esos mismos momentos los que te enseñan lecciones de valor incalculable sobre ti mismo y sobre el equipo que te rodea.
Los Momentos que Marcan la Diferencia
Ser monitor no se trata de cumplir horarios ni de seguir un plan de actividades al pie de la letra. Los momentos que realmente importan son aquellos en los que, sin darte cuenta, generas un impacto positivo en los niños. Como cuando un pequeño que tenía miedo al rocódromo finalmente se atreve a intentarlo y corre hacia ti con orgullo. O cuando un niño tímido, que apenas se relacionaba al principio, comienza a integrarse y a hacer amigos gracias a una dinámica que tú organizaste.
Estos momentos son los que realmente cambian el juego. No solo estás creando actividades; estás generando recuerdos duraderos, aquellos que esos niños llevarán consigo toda su vida. Y al mismo tiempo, estás reviviendo y fortaleciendo tus propias experiencias de vida, esas que también marcaron tu infancia o juventud.
Los Aprendizajes que Trascienden el Campamento
Ser monitor de campamento no solo significa guiar y cuidar; es una experiencia de crecimiento personal y profesional. Aprendes a liderar, a escuchar, a tener paciencia y a estar presente para los demás, incluso cuando tú mismo estás agotado. Estos aprendizajes no se quedan en el campamento; se convierten en “superpoderes” que te acompañan en cualquier situación de la vida.
Después de mi primer campamento, volví a casa sintiendo que algo en mí había cambiado. Había ganado habilidades prácticas: desde tomar decisiones rápidas y resolver problemas hasta escuchar y trabajar en equipo. Estas competencias se vuelven herramientas útiles para cualquier entorno, ya sea personal o profesional.
Más Allá del Título: La Conexión con los Campers
Muchas personas subestiman el rol de un monitor, pensando que solo es una línea en el currículum o una manera de pasar un verano diferente. Pero la recompensa real es esa conexión especial que se crea con los campers y con el equipo. Al final de un campamento, cuando un niño se acerca y te dice: “Gracias. Este ha sido el mejor campamento de mi vida,” te das cuenta de que todas las horas de esfuerzo y los momentos difíciles han valido la pena.
Para ese niño, ese verano es inolvidable. Aunque para ti sea solo un campamento más, uno entre muchos, los recuerdos que generaste en los campers se convierten en una parte fundamental de sus vidas. Y eso es lo que hace que esta experiencia sea tan poderosa y gratificante.
¿Deberías convertirte en Monitor?
Si alguna vez has sido monitor, sabes bien de lo que hablo. Terminar un día agotado pero con una sonrisa es una satisfacción incomparable. Y si nunca lo has sido, quizá sea momento de considerarlo. Ser monitor es mucho más de lo que imaginas; es una experiencia que te cambia, que te ayuda a crecer, y que te conecta con algo más grande.
Así que si este artículo ha resonado contigo, o si conoces a alguien que necesita vivir una experiencia así, compártelo. Porque, créeme, ser monitor es una oportunidad única, una experiencia transformadora que no tiene comparación. Si estás buscando crecer, aportar algo importante y sentirte parte de algo significativo… el campamento te está esperando.